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¿Cómo ser más sostenible durante la ducha? 7 Consejos

Escrito por PROFILTEK | 28/07/22 10:09

Desde hace años, cada verano vivimos estados de sequía más y más fuertes. El agua dulce es un bien preciado, cada vez más escaso, y por eso hoy queremos contarte algunas ideas sobre cómo ahorrar agua en la ducha. Son apenas unas sencillas prácticas que no te afectarán ni a la higiene personal ni a la salud, pero que significan mucho para el planeta.

Piensa también que, promover el uso de una ducha sostenible, ayudará a que las generaciones del futuro puedan disponer de agua potable como lo hacemos hoy en día, incluso que pueda llegar a las zonas más calurosas del mundo.

7 consejos que te dirán cómo ahorrar agua en la ducha

El consumo de agua es muy elevado en los países occidentales, más aún si lo sumamos a las muchas actividades que también requieren su uso. Sigue leyendo para encontrar algunos trucos que te ayuden a darte una ducha con ahorro de agua incluido (por supuesto, lo primero es cambiar los baños por una ducha rápida).

Empieza por una ducha que te ayude a ahorrar

En el mercado actual podemos encontrar una enorme variedad de modelos de duchas y alcachofas, por lo que el primer paso para lanzarnos a cómo ahorrar agua en la ducha es elegir una que nos ayude en este cometido. Diferentes formatos, tipos de chorro y otras tecnologías pueden asegurarte hasta un 70% menos de agua desperdiciada.

Un reductor de caudal también puede ser útil

Si tu ducha no es como las que hemos comentado en el punto anterior y tampoco estás pensando en hacer reformas en el baño, te contamos cómo ahorrar agua en la ducha de otra manera. Existen unos dispositivos, que se instalan sustituyendo el filtro de la propia ducha, que reducen el caudal de la misma. Debemos asegurarnos de comprar el adecuado según tamaño y forma de la rosca, y puede suponer hasta un 50% de ahorro de agua.

 

Reduce tu tiempo de baño

Obviamente, de nada sirve un sistema de ahorro de agua en la ducha si nos pasamos mucho tiempo bajo ella. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda no exceder los cinco minutos de ducha, incluso señala que no es imprescindible ducharse todos los días. De hecho, un exceso de supuesta higiene nos llevará a tener problemas en la piel por la eliminación de la capa de lípidos protectora.

 

Cierra el grifo cuando uses el jabón

Puede parecer un consejo obvio, pero sin duda es una de las mejores formas de ahorrar agua en el baño, y no todo el mundo la pone en práctica. Al igual que deberías hacer mientras te lavas los dientes, cuando estés enjabonando acostúmbrate a cerrar el grifo. Piénsalo, hay champús y acondicionadores que necesitan varios minutos para actuar, y no estarás utilizando esa agua que corre.

 

Aprovecha los primeros litros de agua

Según el tipo de termo que utilices, el tiempo que tardará el agua en ponerse a la temperatura que deseas puede hacerte perder decenas de litros. Muchas personas reservan un cubo junto a la ducha para recogerla, contribuyendo así al ahorro de agua y utilizándolo posteriormente para otras actividades: rellenar la cisterna, regar la plantas, etc.

Regula la temperatura para un agua tibia

Y si hablamos de llegar a una temperatura adecuada, otro de los consejos para ahorrar agua sería acostumbrarnos a ducharnos sin necesidad de que el agua esté muy caliente. Primero, porque es más saludable y menos dañina para la piel. Pero, además, porque tardaremos más en encontrar el punto justo, incluso teniendo que añadir más agua fría, por lo que estaremos gastando agua de más.

 

Los jabones y champús también tienen importancia

Este último punto no es sobre ahorrar agua (al menos, no directamente), pero sí sobre cuidar el medioambiente a través de una ducha sostenible. Trata que, tanto los jabones, champús y acondicionadores que utilices como las esponjas o cualquier otro elemento, sean de origen natural o con materiales reciclados. Hay champús sólidos, jabones naturales, esponjas lavables fabricadas con plástico recogido del mar…

Ahora ya sabes cómo ahorrar agua en la ducha, por lo que es el momento de ponerte manos a la obra y reducir tu consumo un poco. Si todos lo hiciésemos, el impacto global sería increíble, y estaríamos hablando de un futuro y un presente muy distinto al de ahora.